¿Qué ocurre cuando no somos capaces de sentir nuestra sana curiosidad y en vez de ello, nuestra mente tan sólo nos muestra escenarios oscuros, a los que no sabemos cómo hacer frente más que corriendo en la dirección contraria?
Si nos encontramos ante una situación novedosa (nuevo país, nuevo idioma, nuevo trabajo, nuevo rol familiar…), la respuesta natural y ajustada a las circunstancias es la de elevar nuestro sistema de alerta para asegurarnos de que el entorno no supone ningún riesgo e incrementar nuestro nivel de ejecución para responder de acuerdo con la necesidad de la situación.
Cuando esta forma de estar en nuestro entorno se vuelve rígida y no logramos llegar en casi ningún momento al estado físico, mental y emocional que nos permite percibir la situación como segura, es cuando hablamos de ansiedad y estrés desde el punto de vista patológico.
El trabajo terapéutico ante este tipo de sufrimiento va orientado a apoyar a la persona a recuperar su flexibilidad y curiosidad, es decir, su capacidad de percibir la novedad (o situación no controlada) como digna de interés, permitiendo una reacción mejor ajustada a cada situación y dando espacio a la restauración de nuestros niveles de respuesta.
Para llegar a dicho punto, las herramientas de apoyo son diversas y la flexibilidad entre enfoques terapéuticos es clave, dado también el amplio número de formas en las que la ansiedad se presenta (ansiedad generalizada, fobia social, ansiedad por separación, por enfermedad…).
A modo de ejemplo, basándonos en el trabajo de la doctora Shelly Harrell, podemos citar cuatro estrategias básicas para gestionar la ansiedad y reducir el estrés residual. Estas son:
Técnicas de atención y enfoque
Para neutralizar la ansiedad, a menudo puede ayudar el uso de técnicas diseñadas para centrar la atención más allá de los pensamientos ansiosos.
Bajo esta categoría caen herramientas como la meditación, la atención a la respiración y la visualización.
Estrategias expresivas y creativas
Para canalizar los pensamientos o sentimientos ansiosos de forma más productiva, podemos identificar formas específicas de dar salida a la expresión de nuestra creatividad, como trabajar en un proyecto, dibujar y hacer deporte.
La jardinería, las artes y el movimiento físico, como el baile, entran en esta categoría.
Estrategias de exploración y reflexión
Para vigilar dónde surge la ansiedad, ser más conscientes de los factores desencadenantes de la misma y reflexionar sobre los pensamientos y sentimientos ansiosos, podemos probar estrategias que fomenten la auto observación.
Las principales serían llevar un diario, la auto-monitorización y la comunicación
Valores de un estilo de vida saludable
Para reducir los sentimientos residuales de ansiedad, resulta útil también dirigir la atención hacia cómo de saludables son nuestros hábitos, nuestras relaciones, nuestros placeres y nuestro entorno.
Al alcance
Sobre mí y sobre cómo mi consulta ofrece cuidado a la salud mental para acercar el sentido de hogar a nacionales e internacionales.
Antes de vernos
Información práctica antes de iniciar el proceso terapéutico, para que podamos establecer los límites de nuestra relación.
Aquí-y-ahora
El puente entre las diferentes formas de sufrimiento humano a las que nos enfrentamos y el apoyo terapéutico para aliviarlo.
Por-venir
Una vez abordada tu necesidad de apoyo, puedes decidir qué entorno te parece más adecuado para iniciar tu camino hacia sentirte mejor.