¿Qué ocurre cuando dentro notamos un vacío tan grande que no sabemos cómo dejarnos alcanzar por nadie?

Aunque los estados depresivos no siempre vienen acompañados de cambios de ánimo, ambas experiencias comparten ciertas similitudes, especialmente en la dificultad para sentir que podemos acercarnos a otras personas o permitir que ellas se acerquen a nosotros.
Durante los episodios depresivos, solemos perder el interés en actividades que antes nos atraían. Es como si nuestro cuerpo estuviera sometido a una fuerza gravitacional mayor, dificultando el movimiento. Nuestros sentidos se vuelven más lentos, lo que afecta el apetito, el sueño y otras respuestas básicas de nuestro cuerpo.
El tiempo parece transcurrir a un ritmo diferente al de las personas que nos rodean, y se vuelve difícil concentrarnos o mirar hacia el futuro con la calma y confianza que quizás alguna vez disfrutamos. Esta desconexión nos aleja de lo que nos rodea, y para nuestro entorno, también se convierte en una experiencia dolorosa. Las dificultades para acompañarnos pueden generar sentimientos de culpa o resentimiento, agravando aún más la situación.
Cuando estos estados emocionales vienen acompañados de cambios de ánimo, la experiencia puede ser aún más desestabilizadora. El aumento de energía durante estos cambios puede sentirse como un alivio, lo que nos lleva a querer aprovechar el tiempo perdido, pero esto a menudo resulta en un ciclo de rigidez insostenible que altera nuestro equilibrio emocional.
Nuestra salud depende de la fluctuación natural de los estados de ánimo, y hasta la alegría puede ser indeseable si está presente de manera constante. Los cambios de ánimo también pueden manifestarse en forma de episodios eufóricos que no se ajustan a la realidad o en respuestas agresivas. Durante estos períodos, el tiempo también se vive de forma acelerada, dificultando aún más que las personas de nuestro entorno se nos puedan acercar o acompañarnos.
El papel de la terapia en estos casos tiene que ver con la restauración del puente que nos conecta con el mundo. La singularidad de nuestras vidas requiere un enfoque terapéutico ecléctico para identificar las herramientas que mejor apoyen cada proceso personal.
Si tus dificultades han surgido o se han visto influenciadas por tu experiencia como expat, considerando las pérdidas que enfrentamos al dejar atrás nuestro hogar y nuestra identidad cultural, te invitamos a explorar nuestro tratamiento para el duelo migratorio. Encontrarás un calendario dedicado para programar un primer contacto informativo siguiendo el enlace en esta página.
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